Etiquetas

miércoles, 31 de mayo de 2006

Aquí llueve a mares

Menudo comienzo de blog. Por lo pronto, puse de título la fecha que ya sale sin necesidad de advertirlo y encima me equivoqué y feché un día antes lo que en realidad ocurrió un día después. He estado a punto de cambiarlo hoy, de hacerme trampa a mí misma, pero finalmente decidí que los despistes también forman parte de mi personalidad, qué gaitas, que no tengo que dar cuentas a nadie de mis equivocaciones y más si son tan "perdonables" y tontas como ésta.
En fin, aquí estoy lanzando "a no se sabe dónde", "a no se sabe quién" estas líneas.
Por lo pronto, diré que no tengo mucho tiempo para escribir, que me faltan horas al día -supongo que como a casi todo el mundo- pero que desde ahora me propongo sentarme todos los días ante esta página aunque sólo sea para decir dos líneas o dos tonterías.
Y ahí van. Que sepáis que aquí, donde vivo ahora, no para de llover. Primera tontería, pero real como la vida misma.
Segunda, me voy a apagar el horno y vuelvo.
Ya volví. En fin, que más decir. Ah, sí. Mis lecturas. Ahora mismo, ando terminando "Intermitencias de la muerte" de Saramago; estoy a medias con "El maestro y Margarita" de Bulgákov y he empezado el retrato de "Vicente Rojo" que ha escrito su nieto, José Andrés Rojo. Recomiendo las tres. Qué gozada es leer, qué envidia (sana) comprobar qué facilidad tienen unos pocos elegidos para hacer música con las letras.
Otro día hablaré de algunos de mis autores favoritos: Zweig, Mahfuz... Ahora me voy a terminar de hacer la comida, que hoy mis hijos terminan el cole antes y además tiene que venir un técnico a arreglar un fuego de la vitrocerámica. Agur.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena lectura