Etiquetas

martes, 26 de junio de 2007

Hoy, Júpiter

Acabo de terminar "Hoy, Júpiter", de Luis Landero y me ha gustado mucho. Hay dos temas que me parece a mí que Landero borda: la relación padre-hijo y como esa relación nos persigue a lo largo de nuestra vida, y la cotidianeidad de un profesor de instituto. La novela, o las dos novelas, se leen con placer y sin esfuerzo reconoces los paisajes y sigues la senda de Damaso y Tomás y vas intuyendo cómo, cuándo y dónde se cruzarán. A Landero tuvimos la oportunidad de conocerle personalmente mi hijo y yo en una conferencia que ofreció en el Instituto Cervantes de aquí, de Bruselas, hace ya un par de años. Una charla divertida y entretenida sobre los avatares de la escritura que fue, sin duda, un regalo en este desierto cultural belga. Al final, nos acercamos a saludarle y Guillermo le preguntó si mostraba alguna vez lo que había escrito a alguien antes de darlo por bueno. Muy ingenioso porque, con las preguntas que en público le habían hecho al escritor tipo "yo como crítico...", "yo que también escribo...", y al final las preguntas se habían convertido en unos monólogos rollos rollazos, pues la pregunta de Guille, digo, le divirtió a Landero y allá que se enrolló un ratillo con nosotros. Alma de profesor, pensé yo. Bueno, lo dicho, hoy, Júpiter.

sábado, 23 de junio de 2007

Pues se salvó lo que se pudo

Así, sin leer todavía los periódicos y sólo por lo que me han contado, hubo acuerdo y todos contentos. Alemania, que cerró el acuerdo, Francia, que salió airosa, Polonia, que consiguió mantener un poco su cuota de voto, Reino Unido, que también consiguió que no tocasen lo suyo, Italia, que por ahí andaba, España, que hizo una propuesta y se la acogieron bien, y así hasta los 27 que son. Pues todos tan contentos. Eso sí, los periodistas, toda la noche sin dormir.

viernes, 22 de junio de 2007

Arreglando Europa

Hoy están aquí, en Bruselas, los mandamases de la UE tratando de arreglar el desaguisado en el que acabó la Constitución Europea tras los sonados "noes" en los referendums de Francia y Holanda. En política de andar por casa, que es la que yo hago pues no alcanzo a mucho más, la situación es la que sigue: Alemania quiere dar el do de pecho y como tiene la presidencia hasta junio, desea un acuerdo bajo su batuta y su provecho, claro está. Polonia, que odia a Alemania tanto como a Moscú y está viviendo algunos de los momentos más estrambóticos de la historia por culpa de dos gemelos que dan miedo, se niega a dar ni agua a los alemanes. Francia, máxima culpable de la situación en la que ahora nos encontramos, quiere jugar un papel de protagonista. Inglaterra, con Blair largándose, mantiene esa típica postura british que da por sentado que los europeos somos una cosa y ellos, los ingleses, otra muy distinta. Holanda, agazapada, puede enseñar los dientes. España, que estaba tan contenta en general con esta Constitución y con estar en Europa en particular, pues a tragar y ver qué puede quedar de aquellos papeles, eso sí, tratando de parecer un país imprescindible en una solución mágica que por ahora no existe. Portugal, no lo sé, no sé si desea que haya acuerdo o prefiere que no y llevarse ellos las flores en la próxima presidencia. Y... los demás, a verlas venir. Si fuera un partido de tenis, serían el público mirando a uno y otro lado hasta que al final, alguien gana y ellos tan contentos, pues a aplaudir. Así que hoy Le Soir titula "sálvese el que pueda". Aunque yo diría "salvese lo que se pueda".

jueves, 21 de junio de 2007

Qué poco sabemos de los demás

Hoy he terminado las clases. Como viene siendo habitual el último día, los alumnos ofrecemos a la profe de turno un regalo y le agradecemos la paciencia que, generalmente, suele tener con nosotros. Esta mañana, además, nos hemos ido a tomar un café con Françoise, que así se llama nuestra profesora. Es poco más que un silbido, excesivamente delgada, pequeña, pelo a lo garçon, vivaracha, joven, con una elegante dejadez en el vestir, donde todo le queda grande. En fin, parece una pequeña "perter pan" pegada a una gran sonrisa.
Hablando, alrededor de un café colombiano en un pequeño bar portugués de la avenue du Couronne, hemos pasado casi sin darnos cuenta de los temas típicamente escolares a los personales. Que si los hijos por aquí, que si los hijos por allá. Y así hemos sabido que Françoise tiene dos niñas pequeñas, de 6 y 3 años, que está separada desde hace más de dos. Que sí, que la vida es dura sin poderla compartir, que además su hijita mayor es epiléptica y tiene un problema neurálgico que le impide hablar o caminar como los niños de su edad, que se dieron cuenta los médicos bastante tarde de cuál era el problema de la pequeña, que ella estaba ahora muy contenta porque ha conseguido que el próximo curso su niña pueda asistir a un colegio especial... Y yo escuchaba toda esta realidad inesperada completamente pasmada, pero maravillada también por la fortaleza que veía en esta mujer tan fuerte, tan positiva, tan enérgica. A pesar de que parece que si soplaras fuera a salir volando. Realmente, qué poco sabemos de los demás.

miércoles, 20 de junio de 2007

Cómo es posible

¿Cómo es posible que en el libro de Ramiro Pinilla que estoy leyendo, "Verdes valles, colinas rojas", aparezca en el árbol de las familias, en las primeras páginas, el nombre de Josafat (1882-1930) y más adelante, cuando hablan de la muerte de su padre, Camilo Baskardo, en 1942 (según el árbol), se mencione a Josafat como si siguiera vivo, cuando se supone que hace doce años que había fallecido? Digo, cómo es posible este gazapo siendo la cuarta edición de Tusquets la que estoy leyendo. A lo mejor la propia obra responde a mi pregunta más adelante. En fin. Como dice Miguel Ángel Aguilar, continuará.

martes, 19 de junio de 2007

Recomendación

Como no sé como incorporar este blog de forma permanente en mi blog, todo se andará, por el momento aquí lo coloco. Recomendación para los amantes de la lectura: http://latormentaenunvaso.blogspot.com/

Sucidios ejemplares

Por fin leí Suicidios ejemplares, de Vila-Matas. Me gusta mucho este autor en ese punto de contador de historias donde uno ya quiere perderse definitivamente. Y, como siempre, me lo pasé muy bien con esta lectura, pero, la verdad, "Bartleby y compañía" me provocó tantísimo divertimento que no he encontrado todavía nada que le pueda siquiera igualar.
Ahora ando detrás de unos cuentos de Sergi Pàmies (Si te comes un limón sin hacer muecas) al que nunca he leído, pero que lo haré en breve simplemente porque el prólogo de su obra es de Vila-Matas. Y no sé si lo que quiero leer es a Vila-Matas o a este autor que debe estar encantado de la vida de tener como padrino un escritorazo como la copa de un pino. Y hala, se acabó.

lunes, 18 de junio de 2007

Ninguna parte

Así, sin venir a cuento, uno se encuentra a veces tan solo que cree que el mundo va por un lado y su propio mundo por otro. O peor, que el mundo va por un camino y su propio mundo por ninguna parte. Se para entonces unos minutos... A pensar, a recapacitar, a decidir, cualquier nimiedad, no importa, y se encuentra que está en ninguna parte. Y lo único que desea es que pasen los segundos, los minutos para salir de este letargo que le atonta. Son sólo unos momentos, un tiempo ínfimo en comparación con toda una vida, pero que se muestra en toda su crudeza, en toda su inmensidad, en toda su miseria. Y entonces, te preguntas qué carajo haces aquí.

jueves, 14 de junio de 2007

Esos amigos del alma

Hace unos días he vuelto a recuperar una vieja amistad. Se trata de mi amigo Goyo, al que conocí hace ya... casi veinte años!!! Llegué a Toledo a trabajar y ahí estaba él, con sus dos amigos del alma, Máximo y Basilio, los tres de La Solana. Todavía recuerdo el primer día con ellos, cuando me invitaron a cenar a su casa una tortilla de patatas que me supo a gloria. A partir de ahí, los cuatro fuimos inseparables desde por la mañana hasta por la noche hasta que los trabajos de cada uno nos obligaron a partir hacia otras ciudades.
Ha pasado tiempo desde entonces, todos nos casamos, todos tuvimos dos hijos, Basilio nos ha ganado la partida con un tercero reciente y, poco a poco, fuimos perdiendo el contacto, más con unos que con otros. Con Máximo seguimos en contacto, charlamos de vez en cuando, intentamos vernos, hablamos de libros, de la familia, de la vida.
Y con Goyo, mira por donde, "la red de araña" que es internet ha conseguido volver a reunirnos desde hace unas semanas. Así que ahora nos soltamos grandes parrafadas por correo electrónico y es casi como si estuviéramos delante de una cervecita en el bar de la francesa, allí en la plaza de Zocodover. Y después de tanto tiempo, el tiempo parece no haber pasado.

El corazón helado

Se me olvidó decir que terminé hace días de leer El corazón helado de Almudena Grandes. Me gustó, pero me costó bastante entrar, no sé si porque leía ya de noche a punto de dormir o porque todas las historias se entremezclan para mostrarnos los personajes y me sentí perdida o vete tú a saber por qué. Ahora sí, una vez que me metí en la historia, la seguí con gusto. Incluso me llegó a emocionar algunas de las escenas descritas como la primera visita de los nietos a España tras el exilio de abuelos y padres.

martes, 12 de junio de 2007

Robert Walser

Estoy buscando una biografía de Robert Walser. Sé que hay una autora francesa, Catherine Sauvat, que ha escrito sobre este autor que tanto quiere Vila-Matas, pero no encuentro el libro en cuestión. Ayuda.

Verdes valles, colinas rojas

Llevo exactamente 154 páginas leídas de la monumental obra de Ramiro Pinilla Verdes valles, colinas rojas, primer volumen, "La tierra convulsa". Espectacular. Tengo un conocido que ya leyó los tres volúmenes y se sumergió totalmente en la historia durante cuatro meses. Y tengo una amiga en Madrid que acaba de sacar esta maravilla de la biblioteca. Qué feliz coincidencia. Cómo nos lo vamos a pasar recorriendo esta historia.