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jueves, 28 de septiembre de 2006

Vuelvo con Vila-Matas y el optimismo

Estoy encantada con Vila-Matas. He superado el Mal de Montano y ahora me encuentro en el "Diccionario del tímido amor a la vida" y estoy verdaderamente fascinada ante el autor. Qué cabeza tan bien amueblada. Châpeau!
Tengo un amigo que, cada vez que le escribo con pesimismo sobre este mundo que a veces me parece tan horrible, me recuerda que, hoy en día, hay muchas menos guerras que hace dos, cuatro o siete siglos. Que la gente vive mejor y con más oportunidades a pesar de todo lo que vemos, oímos y leemos y que tal vez sea precisamente esa costumbre que tenemos unos cuantos de intentar estar lo más informados posible lo que nos hace ver sólo una parte de la realidad con la que nos bombardean. Así que pensar que un tercio de la población del mundo está mejorando en todos los niveles, que Sudamérica es "una balsa de aceite comparado con unas cuantas décadas", que Asia está en marcha, pues me anima, la verdad.
Así que, animada como estoy, veo que otra parte del mundo se dedica a sus cosas con mayor o menor fortuna, pero lejos del "ruido político". Y vuelvo de nuevo a sorprenderme ante la capacidad humana para progresar. Ayer, creo, han realizado la primera operación humana en situación de ingravidez. Dentro de un avión Airbus. Todos flotando menos el enfermo, al que se le extirpó un quiste del brazo. La verdad, podrían haber buscado una operación quirúrgica más poética, pero tanto da. Así que, en nada veremos quirófanos en la Luna o en las estaciones espaciales. La ciencia ficción al día.

miércoles, 27 de septiembre de 2006

Ideas para hacerse rico

Andaba yo leyendo los periódicos esta mañana y, como me gusta mirar hasta los anuncios, me he encontrado con uno que me ha dejado atónita. Es de una tal Clínica Kenson que dice: "Empieza a tener ideas que pueden hacerte rico". Ya sólo eso es sospechoso. En fin, el dr. Sorensen de la Peña dice: "Despertar las neuronas a la gente en Kenson es más gratificante que trasplantar un riñón". Patético. Y más abajo: "Muchos cantantes melódicos consiguieron abanodonar sus carreras gracias a este fabuloso método". Esto lo tuve que leer dos veces. Y termina: "Y además sólo esta semana APROVECHA NUESTRA OFERTA. Neuroactívate el hemisferio derecho del cerebro y te regalamos el izquierdo". Hasta aquí hemos llegado. Ya me entró la risa.
Total, ¿verdad?
En el anuncio de El Pais (www.elpais.es) no lo dice claramente aunque incçdica la página web, pero en Internet, sí. Se trata de un divertidísimo concurso de publicidad en prensa(www.notodopublifest.com) para varias marcas como Aldeas Infantiles, Ford o la Asociación de Editores Españoles, entre otros. Para participar, supongo que sólo tienes que ser ingenioso y original. Con premios y demás. Bueno, viendo el periódico, os aseguro que ha sido lo más simpático que me he encontrado en sus páginas. Y por primera vez, la publicidad ha conseguido su propósito. Hasta otra.

martes, 26 de septiembre de 2006

Vila-Matas

Vila-Matas me tiene desconcertada. Me gusta muchísimo cómo escribe, pero me es muy difícil de entender y, en ocasiones, de seguir. Debe ser que yo sí que padezco todavía una grandísima incultura literaria. Pero ahí estoy, siguiéndole todos los días. Continuará.

lunes, 25 de septiembre de 2006

Nuevas lecturas

Terminé "Los detectives salvajes" de Bolaño. Me ha gustado muchísimo. Qué tipo más original y más interesante que debió ser Bolaño. Qué lástima que no pueda seguir maravillándonos con nuevas obras. Ahora leo "El mal de Montano", de Enrique Vila-Matas, otro escritor inquietante y del que quiero leer "Suicidios ejemplares" que no encuentro por ninguna parte. También tengo a medias un estudio de Stefan Zweig sobre Erasmo de Rotterdam. En cuanto lo termine, me voy a visitar su casa, aquí en la Belgique. Para los viajes en metro llevo "Cuentos" de Monterroso, cómo me gusta también el condenado!!!!

sábado, 23 de septiembre de 2006

Una de esquelas

Desde siempre me han llamado la atención las esquelas de los periódicos. Ese último adiós en el que a veces quedamos reflejados. Por serios (el Excmo. Sr. Don Fulanito de tal...) , por sentimentales (gracias por tu cariño...), por imparciales (su esposa, hijos, hijas políticas, nietos y demás familia), por defender determinados principios (con cruz, sin cruz, ruegan una oración por su alma o siempre estarás con nosotros...). Por esta absurda afición, me enteré hace muchos años de la muerte de Juanchi, mi amigo de la infancia; de la de María Luisa, mi mejor amiga del colegio; de la del hermano de Juan Antonio, otro buen amigo de mi adolescencia. Por la misma causa, supongo, hubo otros que se enteraron de la muerte de mi hermano Jesús y me telefonearon para recordar experiencias vividas juntos.
Aquí en Bruselas, se ven reflejadas las diferentes religiones y creencias de los difuntos. Así se distinguen las esquelas de los católicos, de los judíos, de los laicos, o de los que pertenecieron a la masonería. También me llama la atención las numerosas peticiones de los muertos para que los amigos no gasten su dinero ni en flores ni en coronas y lo donen, en su caso, a Fundaciones de lucha contra enfermedades, organizaciones no gubernamentales, asociaciones caritativas o al hospital donde el difunto pasó sus últimos tiempos. No están permitidas las esquelas de personas que colaboraron con los nazis (todavía recuerdo la enorme petición de disculpas a tres columnas en la tercera página de "Le Soir" por haber incluido, por error, una esquela de un alto colaborador próximo al belga León Degrelle -condenado a muerte por nazi y refugiado en España bajo la protección de Franco-).
En nuestro país, gracias a la recuperación de la Memoria Histórica, están proliferando ahora las esquelas en donde se recuerda a los asesinados, fusilados y desaparecidos por los golpistas. Decenas de esquelas que, supongo, responden a un movimiento dirigido con este motivo. Algunas llenas de rencor (lógico), pero otras de una belleza poética digna de su lectura. Así, la de Agustín Pérez Rodríguez, brigada de los carabineros del puesto de Caldelas de Tuy, Pontevedra, que dice: "fusilado por los golpistas el 16 de septiembre de 1936, junto con 10 compañeros del Cuerpo, por defender la legalidad democrática republicana, comandando la resistencia de Tuy desde A Peña da Moura". Y añade: "...reivindicad mi nombre cuando las circunstancias lo permitan, pero siempre por la justicia, no por la violencia..." (carta de despedida a su familia). Y termina: "Tu nieto, Agustín Benito Martínez Pérez, su esposa, tus bisnietos, se enorgullecen de tu ejemplo y honradez". Hay muchas que incluyen a varios familiares (Fulgencio Montero Escudero y Constantino Cortés Romo, hermanos políticos que fallecieron "asesinados por la horda mora del ejército franquista el día 7 de octubre de 1936, en Almorox -Toledo-, en presencia de sus esposas e hijos), o a varios vecinos (Tomás Rodríguez Vigil, dentista de 23 años, al que acompañaron en tan terrible trance Manuel Torrinche Ortiz, de 46 años, zapatero, y Joaquín Fernández Sierra, electricista de 56, fusilados a las 12,30 horas del día 1 de agosto de 1936. Su muerte -se añade en la esquela- precedió en Algeciras a una horrible masacre de más de 300 republicanos de todas las condiciones sociales e ideologías).
Luego hay otras esquelas que dan que pensar. Por ejemplo, lo normal es una esquela de la familia. Si el finado es hombre importante, dos esquelas (una de la familia y otra de la empresa); si es muy importante pues más (dependiendo de las empresas donde haya trabajado), pero la familiar suele ser única (todos como una piña entorno al difunto). Pues bien, a veces te encuentras con casos curiosos. Así el pasado sábado vi cuatro esquelas dedicadas al mismo hombre, todas ellas de miembros de su familia. Tres hijas, tres esquelas. Y una más de la mujer. Todas ellas muy personales y cariñosas, también hay que decirlo. Y entonces yo me pregunto, ¿estará enfadada la familia y cada uno ha tirado por su cuenta?, ¿o es un alarde de poderío, un "y yo más"? Incógnita.

miércoles, 20 de septiembre de 2006

Nuevos compañeros de clase

Como los niños, ya he comenzado de nuevo las clases de francés. Muchos nos conocemos de otros años, como Remo, Anetta, Simona, Liette o Stephanie, pero hay otros nuevos. Una chica algeriana cuyo nombre no recuerdo ahora y más italianos, polacas y griegas. Qué rapidez tienen los jóvenes polacos para aprender el idioma. Como me he apuntado también al curso de français écrit, he descubierto que en la clase, en el nivel 2, tengo a dos compañeras que son... BELGAS. Sí, sí, belgas, y no flamencas sino francófocas, y no mayores que no pudieron ir a la escuela en su niñez. No, una de ellas tiene 23 años y la otra debe ser incluso más joven. Sorprendente, ¿verdad? Así que es verdad que el francés no es un idioma fácil. En fin, en esta clase todo el mundo habla esta bella lengua mil veces mejor que yo, vamos, que parecen belgas todos. Hay otra española que lleva 20 años viviendo aquí. Un señor marroquí muy divertido que idem de idem. También, sorprendentemente, hay un chico inglés, Derek se llama, salvo que ése anda a la par que yo.
En otras clases también veo caras conocidas. Mi amigo Pavel, de Praga, tan simpático como siempre y, cómo no, mi amiga Elisa, tan sevillana, tan buena gente, tan sensible, tan directa y tan jesperiana y astridana, que hoy me ha prestado su teléfono para poder despedirme de mi chico, que se iba a Finlandia.
Lo más divertido hasta el momento fue la experiencia que nos contó ayer el italiano Remo, hablando de los trabajos en cadena. Pues bien, siendo más joven, buscó un curro en una gran pastelería que se fabricaba sus productos en cadena. Su trabajo consistía en observar los grandes pasteles que pasaban a considerable velocidad por una cinta transportadora hacia otro departamento y retirar aquellos que viera defectuosos. La cosa parecía fácil. Yo me lo imagino, con lo responsable que es, todo atento mirando los pasteles correr por la cinta. Así una hora. Ninguno defectuoso. A la segunda hora andaba ya un poco más relajado. Ninguno defectuoso. A la tercera hora comenzó a desesperarse, a echarse hacia atrás en el asiento, a inquietarse. Todos los dulces perfectos. La cuarta hora la pasó aburrido como un mono y, supongo, elucubrando sobre "quienes somos, de donde venimos y a dónde vamos". No retiró ni un sólo pastel. Duró en el trabajo cuatro días.

lunes, 18 de septiembre de 2006

Día sin coches

Verdaderamente, en Bruselas funciona el Día sin Coches, que se celebró ayer domingo. Salvo autobuses, taxis y algún que otro particular, miles de bicicletas y patines invadieron las calles de la ciudad. Era muy agradable ver las principales arterias, generalmente atestadas de coches, limpias de ruido y de humos. Bicicletas para arriba, bicicletas para abajo. Nosotros nos alquilamos dos bicis y salimos los cuatro a dar una vuelta. Una vuelta desde Montgomery, subida por la rue de la Loi, rodeo al Parque de Bruxelles y bajada por la rue Beillard. Paradita para una cerveza en una terraza al aire libre y seguir por el Boulevard Saint Michel, Bron de Castro, avenue des Frères hasta el parque Van Woluwe y vuelta cuesta arriba hasta Montgomery. Hasta la gente me parecía más feliz. Claro que el buen tiempo también acompañó.

viernes, 15 de septiembre de 2006

Piropo

Vuelvo de comprar el pan y los periódicos. Son cerca de las 7,3o de la mañana. Al doblar una calle, observo el edificio en construcción. He visto cómo se ha construido día a día. Ya casi está terminado. En la terraza del segundo piso, sin ventanas toidavía, un par de obreros miran a la calle. Me descubren y me miran sin apartar la vista. Sigo caminando. Sospecho que van a decir algo. En una milésima de segundo vienen a mi cabeza los piropos madrileños, que oía cuando iba de la mano de mi madre y luego mucho más tarde, algunos muy graciosos pero muchos de ellos de dudoso gusto tipo "¡tía buenaaaa!". Burradas o no que no te quedaba más remedio que oír y tragar pues a ver quién era la guapa que respondía a los improperios jaleados en grupito para mayores risas del personal. Me voy acercando al balcón de los obreros. Siguen mirando, han parado de trabajar. Ya está. Efectivamente, uno de los obreros apoya las manos en la barandilla, se dirige a mí, abre la boca y me suelta: "Ça va, madame?". Y yo me oigo decir "ça va, ça va, bonjour". Glups!!!!!!!!!

jueves, 14 de septiembre de 2006

Fuera contaminantes

Cuando leo la historia de Europa, de la segunda guerra mundial, de cómo se llegó a ella, muchas veces me he preguntado: pero, ¿cómo pudo estar la gente tan engañada?, ¿cómo pudieron votar a Hitler, por ejemplo y seguir sus arengas confiando en él? Porque fueron muchos, muchísimos. La explicación la he achacado a veces a la falta de comunicación que existía entonces, entre otros múltiples y complejos factores. Precisamente, los dictadores de todo tipo se hacen con la prensa, radio y televisión en cuanto pueden. ¿Se dejaron engañar los ciudadanos de forma consciente? ¿O ni se dieron cuenta de ello en aquellos precisos momentos?
Viene esto al caso del 11-M madrileño que tanto nos duele. Para mi es inexplicable que personas de la profesionalidad de Victoria Prego, subdirectora de El Mundo, puedan sentirse heridas de que otro periódico, El País, les haya contestado por una vez con su misma moneda. Hoy por la mañana se daba una tertulia televisiva a cuenta de un debate en el Congreso celebrado el día anterior con este motivo, el 11-M, las dudas (?) que el PP tiene sobre la autoría, lo que dicen los periódicos.... Eso es. Lo que dice El Mundo. No sé cuántas páginas, pero sí sé la prioridad dada, a cinco columnas las declaraciones de un imputado, un indeseable llamado Suárez Trashorras, el que robó los explosivos que provocaron 191 muertos y 1.500 heridos. Habla de no sé qué conspiración o golpe de estado, según veo en la tele.
Pues bien, el tipo en cuestión, según Victoria Prego, no merece la más mínima credibilidad, al que no se le puede hacer caso patatín y patatán. En fin...., eso, ¿cómo se come con una entrevista a cinco columnnas? Por favor, a eso yo lo llamo inmoralidad porque está claro que es el periódico el que decide que personajes merecen qué espacio, dependiendo de la importancia del tema, de su fiabilidad y su trayectoria. Por eso, en cultura por ejemplo, se le dan cinco columnas (o cuatro) a las declaraciones de Vargas Llosa o Saramago y cero pelotero a lo que piense Ana Amador que no la conoce ni dios.
Y llegados hasta aquí, me vuelvo a preguntar, ¿cuántos españolitos se estarán tragando toda esta farsa que se han montado entre un periódico -que es incapaz de admitir los errores de su director-, una radio hiriente -que aplaude y paga la iglesia católica y cuyo único objetivo parece ser la confrontación y el odio-, y un partido de la oposición esquizofrénico y paranoico cuyos máximos dirigentes siguen siendo hoy idem en vez de estar en la cárcel o por lo menos en el retirados de todo protagonismo por haber intentado engañar a los ciudadanos con mentiras aún a sabiendas de ello?
Termino. Decepción viendo a la periodista Prego tan defensora de su causa. Y me corroboro en mi decisión tomada hace unos meses de no volver a comprar El Mundo nunca más. Y eso que en su redacción sobreviven buenos amigos míos que escriben bien. Pero lo mío es prescripción facultativa por una vida más sana. Fuera contaminantes!

martes, 12 de septiembre de 2006

A propósito de "ruedespetitspas"

Vaya por delante que no es mi intención hacer psicología expres. Pero, en mi opinión, los belgas, en general, y sus medios de comunicación en particular, son muy sensibles a temas como la intolerancia y el racismo (sí, ya sé que abundan también los grupos de la más radical extrema derecha, grupúsculos al fin y al cabo). En las comunas en las que está dividida la capital de Bruselas es fácil encontrar fiestas para la convivencia hechas con muy pocos medios pero con la ayuda de la Administración local y en las que se suelen volcar los vecinos (menos los europeos que vivimos aquí tipo eurofuncionarios, trabajadores de lobbies y satélites, que pasamos olímpicamente de las actividades del barrio a no ser que sea algo tipo "Día sin coches", por cierto que se celebrará el próxiumo domingo).
Cuando sucede un acto racista, en fin y me vienen a la memoria por lo menos dos en el último año con consecuencia de muerte, las manifestaciones aquí son multitudinarias y los diarios como Le Soir se pasan días y días publicando artículos de todo tipo donde se preguntan qué se hizo mal para que llegara a ocurrir tal o cual suceso.
Pues bien, esto viene al caso de un hecho que me ha llamado la atención por su aparente simplicidad y oportunidad. Un grupo de periodistas, ayudados por una agencia de comunicación y patrocinados por varias empresas han puesto en marcha, contra la violencia, la intolerancia y el racismo, una iniciativa que consiste en buscar, entre nuestros vecinos, personas que apunten precisamente en el sentido contrario sin necesidad de ser conocidas. Han decidido, si no lo he entendido mal, emitir no sé con qué periodicidad, en las televisiones belgas, un pequeño spot de varios minutos de duración con la historia de la persona en cuestión que hace algo especial por los demás, por la no violencia o por la tolerancia. Una guinda positiva entre tanto horror. La página web es www.ruedespetitspas.be y merece la pena echarle un vistazo.

domingo, 10 de septiembre de 2006

viernes, 8 de septiembre de 2006

La baba de caracol

Como hace más de un mes que no veo la televisión, ayer, de vuelta a casa, me quedé pasmada contemplando TVE Canal Internacional. Se trataba de un anuncio (yo tenía entendido que no había anuncios en el canal internacional, pero se ve que de un tiempo a esta parte la cosa está cambiando). Pues bien, el anuncio en cuestión, de larga duración, vendía "estracto de baba de caracol", que contiene por lo visto ácido glicólico y alantoína. No me digan qué demonios son estas dos últimas porque no tengo ni idea. Estracto de baba de caracol. Tiene narices la cosa. Lo primero que pensé era que se trataba de una "tomadura de pelo" del estilo del "crecepelos" famoso o del "elixir de la juventud" que vendían los cuentistas por los pueblos.
Pero mira tú que me voy a internet y escribo en el buscador de Google "ácido glicólico + caracoles" y me salen 17.400 entradas. ¡Toma ya! Menudo peligro tiene Internet. Por cierto, una de esas entradas es de un chat de El Mundo en el que un tal doctor Jesús Borbujo, del Hospital de Fuenlabrada de Madrid, desaconseja su uso a concentraciones altas. Dicho queda. País.

jueves, 7 de septiembre de 2006

Escena costumbrista

Domingo, 30 de junio. Vuelo Madrid-Bruselas. Viajan delante nuestro una madre y sus dos hijos separados por el pasillo. Antes de despegar, la madre, a grito pelado, pregunta a sus vástagos.
- A ver, chicos, en las vacaciones de octubre, ¿qué queréis hacer? ¿Qué os apetece más, ir a España o a una playa, no sé, a Grecia, por ejemplo? ¿Os gustaría ir a Grecia?
Los niños miran a su madre y no contestan o dicen que les da igual, qué más da. Qué maleducados, no contestar a la consulta que vocea su madre. Pero la mujer, que se ha estudiado de pe a pa el libro "Como ser buena madre en 2o páginas", erre que erre, tozuda ella, insiste.
- Es que si queréis ir a Grecia es muy bonito. O si no a otro sitio.
Creo que también mencionó Egipto, eso sí, a grito pelado. Al menos las dos o tres filas de alrededor nos enteramos de las ganas que tenía la madre de que todos supiéramos cuánto y qué bien organizada está su familia, lo acomodada que es, los sitios tan bonitos que visita en cualquier puente del año y el interés tan educativo que muestra por conocer la opinión de sus hijos. Por cierto, los niños tendrían unos 6 y 4 años.
Patético. Y lo más penoso de todo es que esa madre gritona y chula iba leyendo El País. ¿No se le podría "pegar" algo?

miércoles, 6 de septiembre de 2006

Por fin encontré mi nombre

Hola de nuevo. La idea era haber vuelto el 1 de septiembre, pero no pudo ser. La razón, de las tontas, tontas. No recordaba cómo entrar, es decir, recordaba la contraseña, pero no el nombre. De nota, ¿eh?
Bueno, multitud de cosas. Primera, gran disgusto tras conocer que mi querido Plutón ha dejado de ser un planeta para pasar a ser un idem "enano". El día que me enteré quise fundar la Asociación en Defensa de Plutón como Planeta, Adeplupla. Y conste que la idea tuvo bastante acogida entre la familia y amigos, pero como siempre el proyecto acabó en el olvido.
Segunda, el verano, estupendo. Cádiz, sol, luz, playa, pinos, zapatillas, bicicletas, familia y amigos. Vino blanco Tierra Blanca fresquito para comer y gin-tonics alrededor de una charla por las noches. No se puede pedir más. Guillermo debutó como cantautor ante un público selecto y fue muy aplaudido. Su canción de las pijas, genial.
También menos lectura de la que hubiera querido, pero de pata negra, como los churros de la churrera de Conil. Terminé "Castellio contra Calvino (Conciencia contra violencia)", de Stefan Zweig. Lo recomiendo a todos los pro tolerantes, está de plena actualidad. Me entusiasmó tanto que contagié las ganas de leerlo a mi hermana Nuria y a su amiga (también nuestra) Celia, que se lo "robaba" para empaparse de "conciencia". Luego salté a Bolaño y sus "Detectives salvajes". Qué bueno es, cómo escribe de bien y qué novedosa estructura de novela consiguió el tío. Aquí estoy, de vuelta en Bruselas, terminándola. Algo también en francés, para no perder el idioma, el poco idioma que sé, ay Monterrosso, una biografía de, cómo no, Zweig, que me está gustando muchísimo. El tipo era depresivo que te mueres y llegó a tener fobia a hablar en público... y a las mujeres que le adoraban y admiraban y veían en él a los protagonistas de sus historias.
Y, last but not least, se me ha ido Naguib Mahfuz, a quien tanto he querido. Tanto y tanto he hablado de él, como ahora lo hago de Zweig, que recibí varias llamadas de consuelo como si yo misma formara ya parte de su familia. Y es que algo así debe ser. Si aún no habéis leído su Trilogía y queréis vivir la aventura de una familia egipcia durante algunas décadas históricas de ese maravilloso país, no os perdáis esas maravillosas obras.
Y por hoy ya está. Que sí, que además creo que un día de estos aprenderé a meter fotos en el blog, para los amigos noruegos. Un beso.