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jueves, 14 de septiembre de 2006

Fuera contaminantes

Cuando leo la historia de Europa, de la segunda guerra mundial, de cómo se llegó a ella, muchas veces me he preguntado: pero, ¿cómo pudo estar la gente tan engañada?, ¿cómo pudieron votar a Hitler, por ejemplo y seguir sus arengas confiando en él? Porque fueron muchos, muchísimos. La explicación la he achacado a veces a la falta de comunicación que existía entonces, entre otros múltiples y complejos factores. Precisamente, los dictadores de todo tipo se hacen con la prensa, radio y televisión en cuanto pueden. ¿Se dejaron engañar los ciudadanos de forma consciente? ¿O ni se dieron cuenta de ello en aquellos precisos momentos?
Viene esto al caso del 11-M madrileño que tanto nos duele. Para mi es inexplicable que personas de la profesionalidad de Victoria Prego, subdirectora de El Mundo, puedan sentirse heridas de que otro periódico, El País, les haya contestado por una vez con su misma moneda. Hoy por la mañana se daba una tertulia televisiva a cuenta de un debate en el Congreso celebrado el día anterior con este motivo, el 11-M, las dudas (?) que el PP tiene sobre la autoría, lo que dicen los periódicos.... Eso es. Lo que dice El Mundo. No sé cuántas páginas, pero sí sé la prioridad dada, a cinco columnas las declaraciones de un imputado, un indeseable llamado Suárez Trashorras, el que robó los explosivos que provocaron 191 muertos y 1.500 heridos. Habla de no sé qué conspiración o golpe de estado, según veo en la tele.
Pues bien, el tipo en cuestión, según Victoria Prego, no merece la más mínima credibilidad, al que no se le puede hacer caso patatín y patatán. En fin...., eso, ¿cómo se come con una entrevista a cinco columnnas? Por favor, a eso yo lo llamo inmoralidad porque está claro que es el periódico el que decide que personajes merecen qué espacio, dependiendo de la importancia del tema, de su fiabilidad y su trayectoria. Por eso, en cultura por ejemplo, se le dan cinco columnas (o cuatro) a las declaraciones de Vargas Llosa o Saramago y cero pelotero a lo que piense Ana Amador que no la conoce ni dios.
Y llegados hasta aquí, me vuelvo a preguntar, ¿cuántos españolitos se estarán tragando toda esta farsa que se han montado entre un periódico -que es incapaz de admitir los errores de su director-, una radio hiriente -que aplaude y paga la iglesia católica y cuyo único objetivo parece ser la confrontación y el odio-, y un partido de la oposición esquizofrénico y paranoico cuyos máximos dirigentes siguen siendo hoy idem en vez de estar en la cárcel o por lo menos en el retirados de todo protagonismo por haber intentado engañar a los ciudadanos con mentiras aún a sabiendas de ello?
Termino. Decepción viendo a la periodista Prego tan defensora de su causa. Y me corroboro en mi decisión tomada hace unos meses de no volver a comprar El Mundo nunca más. Y eso que en su redacción sobreviven buenos amigos míos que escriben bien. Pero lo mío es prescripción facultativa por una vida más sana. Fuera contaminantes!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo! Anda que no es difícil pillar espacio en algún medio. Qué verguenza dá este tema, pero quizá alguna persona esté siendo manipulada. Calumnia que algo queda...
Este Trashoras ó como se llame estará en la cárcel pero está haciendo el agosto con el cuento. Y digo yo ¿No puede haber responsabilidades penales para quién nos está haciendo tanto daño después de tantos muertos?
Ojalá acabe en manos de la justicia el director del mundo y ese energúmeno que chilla en la radio!!!
Me ha encantado lo de Fuera Contaminantes!!!