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martes, 12 de diciembre de 2006

Paul Auster

He terminado de leer Brooklyn Follies de Paul Auster y me ha gustado. Sobre todo, me maravilla de qué forma tan aparentemente sencilla suceden las cosas. A veces uno puede pensar lo fácil que debe ser escribir una historia como esta porque nos es muy fácil de leer. Toda la historia, o todas las historias de Auster, transcurren de una manera tan fluida, tan clara, tan lógica que por un momento se puede caer en el error de "qué fácil". Pero es como un rompecabezas perfectamente diseñado. Nada falta, nada sobra. Y eso es lo difícil. Ahora he cogido Cuaderno rojo, también de Auster y con prólogo de Navarro, que se lee en un rato y es una maravilla sobre el azar y sobre lo frágil de nuestra existencia.

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