Etiquetas

martes, 17 de octubre de 2006

Examinando a la profesora

Hoy en la clase hemos tenido una visita muy especial. Ha llegado la directora del centro y se ha sentado en la última fila, lápiz en mano, foleos blancos sobre la mesa. "Una nueva estudiante", he exclamado yo en voz alta para romper el silencio de la clase. Me ha seguido la broma, pero ha permanecido las tres horas atenta a su cometido, que no era otro que el de examinar a nuestra aún inexperta profesora. Pobrecilla. A medida que avanzaba la clase, la veía sufrir, ponerse nerviosa, no dar bien con las respuestas a las preguntas gramaticales que le hacíamos. Miraba a veces de soslayo a su examinadora, rebuscaba en su cuaderno, nos movía de sitio para practicar la conversación y aparentar tener una clase ágil, en movimiento. Un trago.
Y otra cosa: me encanta saber que de vez en cuando alguien sigue este blog y le sirve aunque sea para esbozar una sonrisa. Por tanto, me comprometo a no dejar pasar ni dos días sin escribir.

No hay comentarios: