Etiquetas

lunes, 2 de octubre de 2006

Qué genio Monterroso

Ojo! No he abandonado a Vila-Matas, sólo que a él lo dejo para la noche. En el metro intento leer cosas más breves, así que suelo escoger cuentos o relatos. Otra vez estoy con Monterroso. Me parece genial.
A algunos les parece que leo bastante, pero no es verdad. Minutos de transporte público, minutos de espera en la Academia de Música y minutos por la noche antes de dormir. A lo sumo, una hora diaria. A mí me parece poco porque, además, sí que solemos ir a las librerías y... Hay tanto que nos gustaría leer que acabamos comprando más de lo que somos capaces de digerir. Así que por ahí tengo alguna cosilla más de Zweig, los relatos de Tolstói; La marcha Radetzky, de Joseph Roth (la estupenda librera de Cádiz me dijo que se alegraba mucho de conocer a alguien que no lo hubiera leído y poderlo recomendar, además de que le daba envidia de lo bien que me lo iba a pasar con su lectura); algo más de Coetzee; las biografía de Gil de Biedma, de Cernuda, de Camus, de Ortega y Gasset (la de Gregorio Morán) ; Verdes valles, colinas rojas, de Pinilla o las crónicas de guerra de Grossman. En fin y más y más. Además de alguno de Almudena Grandes, de Joaquín Leguina el último (que utiliza a un amigo nuestro para uno de sus personajes) y de Rosa Regás.
Total, todo esto a cuento de que he tomado la decisión de dejar de leer los periódicos o, al menos, no leerlos en la misma forma que hasta ahora. Seguiremos.

No hay comentarios: